Se lo dije a los clientes y no era por quedar bien: Esta es de las mesas que he hecho que más me han gustado. El contraste del nogal con la pata blanca queda brutal, y encaja perfectamente con la casa, que tiene las escaleras hechas con chapa blanca y peldaños de roble.
La terminación es encerada. El aspecto es inmejorable, natural, viendo la textura y poro de la madera. La única desventaja que tiene es que requiere mantenimiento de aplicar cera de vez en cuando, y que hay que tener cuidado con las manchas. Pero por el contrario, si se ralla se nota menos que en un barnizado. Tener una mesa de madera maciza en lugar de sucedáneos, no es sólo cuestión de prestigio y lujo. La madera maciza es muchísimo más bonita y única que cualquier sustituto, y tiene mucha más personalidad. Fijaros en el canto que se ve la testa, cómo se notan los aros de crecimiento de la madera, y los cambios de tonalidad dentro de un mismo palo. Y esto se puede lijar y dejar como nuevo cientos de veces, algo imposible con otros materiales. Precio donde siempre.