Llevo casi tres meses con la tienda. Por ahora he hecho yo todo lo que entraña la empresa, y eso implica dos cosas. Que necesito unas vacaciones, y por otro lado, que tengo una visión completa y en primera persona de todas las parcelas del negocio. Habrá gente que fabrique cosas pero no esté en la tienda, gente que regente una tienda pero no tenga contacto con el proceso de fabricación… No es mi caso, y eso hace que sienta todo el proceso como muy propio, y me haga una especial ilusión observarlo de principio a fin.
Salir a comprar algo es normal, no le damos importancia, pero cuando es a ti a quien compran, y es algo que tú has fabricado, y es algo que has diseñado según tu propio criterio, se convierte en algo extraordinario.
Hoy han entrado varias personas, y he vendido alguna tabla de cortar, algún soporte magnético para cuchillos. No termino de acostumbrarme a ello, en cierto grado me asombra. Tengo aquí expuestas cosas que he fabricado a mano, con cariño, a menudo en noches y domingos. Nadie me ha dicho cómo las debía fabricar para que gustasen a los clientes, y lo he hecho un poco a ciegas y según me ha parecido. He traído los productos terminados a la tienda, y era completamente incierto (y aterrador, o más bien emocionante) qué pasaría. La gente pasa, y muchos se paran durante un buen rato a mirar el escaparate, verdaderamente interesados. Los que superan el miedo de entrar a una tienda vacía pasan, y suelen comentar cuánto les gusta todo y el mérito que le ven. De estas personas, algunas incluso deciden sacar su cartera y separarse de dinero suyo, que han ganado trabajando duramente, para llevarse a su casa uno de estos productos que he hecho yo! Esa era la idea claro, pero no termino de acostumbrarme y me sigue maravillando.
Muchos que han comprado vuelven a pasar, y al verles me entra un miedo de que vengan a quejarse de algo. Pero no, se molestan en venir hasta aquí de nuevo sólo para decirme que ha gustado mucho lo que se han llevado, y que están muy contentos. De pronto entra gente que ha visto algo que un amigo ha comprado y vienen a por algo para ellos. Viene uno que se ha comprado algo y que quiere más.
El siguiente objetivo es ver la suficiente solidez como para emplear a alguien, que esté en la tienda, y yo volver a pasar los días en la nave, rodeado de madera y llevando a la práctica el montón de ideas que me van surgiendo y voy apuntando.