Tenía ganas de hacer una bonita mesa grande, y me vino una cliente preguntando por algo que desde luego cumplía con mi antojo. Una animalada de 220x105x6.5cm. Si fuera en pino sueco todavía sería de un peso manejable, pero en bubinga, una madera tan bonita como pesada, me temía que sería un lío de fabricar. Estaba equivocado, fue peor! La tapa de la mesa terminada pesaba casi 150 kg, con lo que maniobrarla por la nave fue una odisea.
La mesa se terminó con barniz satinado; con algo de brillo. Las patas son dos cuadrados de acero, unidos por un rectángulo más largo, todo soldado y lacado al horno en negro. Después de embalarla, entre tres la llevamos, y fue la experiencia de transporte más horrible que yo he tenido nunca. Los dos muchachos que me ayudaron decían que llevaban muchos años trabajando en las mudanzas, pero que nunca habían cargado nada igual.
Cuando por fin la colocamos en su sitio, la cliente se acababa de mudar, y la casa es bastante grande, con lo que la mesa en las fotos no luce tanto, ni parece tan grande. Pero bueno, espero que os sirva para haceros una idea y que se vea que se pueden fabricar mesas chulas, en cualquier madera, con patas interesantes que me hace mi cerrajero. Como siempre, podéis ver el precio mi web.
Opino, sinceramente, que deberías hacer un catálogo fotográfico de tus muebles a medida y distribuirlo por decoradores.
Genial trabajo!